Oct 22 2012

La preparación mental y física en los torneos de poker

En una de las clases de Torneos que tengo este mes, algunos alumnos me contaban que habían participado por primera vez en un torneo en vivo de más de un día de duración. Todos coincidían en lo agotador que les había parecido, cómo habían terminado el día 1 con dolor de cabeza y en cómo les había afectado a su juego, bien desganándose o bien impacientándose. También hablaban de la dificultad de mantener la motivación por ganar al saber que el torneo no finalizaba el mismo día.

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Igualmente, cuando alguien juega su primer torneo o lleva pocos jugados, lo habitual es que le canse demasiado, y que a las tres o cuatro horas no tenga ya ninguna concentración y solo haga movimientos buscando doblarse o marcharse a su casa.

Esto sucede por varios motivos. Uno puede ser la falta de estrategia. Como consecuencia el juego le aburre y se le hace largo, pues no presta apenas atención a las manos en las que no participa. El juego le parece lento, y el nivel de pensamiento que desarrolla en las manos en las que sí participa es básico (prácticamente solo se fija en las cartas que tiene, no llega a ni a qué puede tener el rival), por lo que es lógico que se le haga pesado. De hecho, recuerdo que cuando yo todavía no jugaba Texas Hold’em, una de las cosas que no entendía era cómo los jugadores podían pasar tantas horas ahí sentados, que cómo no se aburrían, pensaba. Desconocía lo activa mentalmente que puede ser una partida de poker.

Pero volviendo a la sensación de mis alumnos, un torneo de poker en vivo es más duro de lo que parece. De hecho, ser un buen jugador de torneos, requiere preparación al márgen de la estratégica del juego. Psicológica y física. Como en cualquier competición, hay que estar entrenado y seguir unas pautas durante la misma.

Dependiendo del torneo, puedes estar jugando entre 8-14 horas. Cualquier actividad tanto tiempo cansa el cuerpo y la mente. Si a eso le añades que estás con la tensión de estar compitiendo, y al trabajo analítico y de observación que desarrollas durante el mismo, tienes que cuidar que tu estado físico y anímico te acompañen esas horas para poder conseguir tu objetivo, que es jugar correctamente el mayor número posible de manos. Es decir, ser capaz de mantener la concentración, tu capacidad de observación y análisis, y controlar tus emociones.

Es importante ir descansado. Cualquier actividad se desarrolla mejor si hemos dormido bien. Además, cuando llegue nuestra hora habitual de acostarnos, es posible que el cuerpo pegue un bajón rítmico porque es lo que hace a diario, nuestra concentración baje y juguemos mal una mano. O que cambiemos de marcha a un juego más tight (o incluso weak) no por decisión estratégica, si no por bajada de rítmo, con lo que desaprovecharemos situaciones favorables y además nos irán robando fichas fácilmente.

Hay jugadores que lo contrarrestan con cafeína o taurina, pero también se debe tener cuidado ya que pueden producir el efecto contrario, y que de repente te veas en un cambio de marcha (de nuevo no por decisión estratégica) jugando demasiado loose o agresivo, que posiblemente te hará perder una parte bastante considerable de tu stack.

Parte también de mantener el cuerpo, es beber y comer. Hay veces que entre el descanso de la cena y el final del día pasan seis o siete horas. Son muchas horas sin comer, y más si estás haciendo un esfuerzo. Mi consejo es que no dejes pasar tantas horas y que las comidas que hagas nunca sean demasiado abundantes. Recuerda cómo te sientes cuando estás lleno después de cualquier comilona, ¿Quieres jugar así? Muchas veces los dolores de cabeza o el cansancio, se evitan simplemente comiendo y sobre todo bebiendo (obviamente no alcohol). Es un esfuerzo mental grande y necesitas estar hidratado.

A pesar de no tratarse de un esfuerzo físico, el cuerpo también se cansa. Son muchas horas sentado y a veces con la tensión del torneo. Es importante la postura, y aprovechar los descansos para caminar o estirar, e incluso si lo necesitas, hacerlo fuera de los descansos: es mejor dejar de jugar unas manos que tirar el torneo. Si necesitas relajar el cuerpo o la mente, levántate y tómate unos minutos.

Aparte de todas estas cosas que puedes hacer durante el torneo, no te vendría nada mal tener una preparación mental y física previa. No es el primer torneo en el que participo en el que veo a grandes jugadores conocidos mundialmente haciendo deporte en el gimnasio del hotel. Y los problemas, déjalos en casa si decides inscribirte. Si participas es un torneo preocupado por un problema en el trabajo o con alguien de tu familia, provocará que entres en tilt con facilidad y cometas errores importantes.

Cuando un torneo es de más de un día, tienes que tener en cuenta que el cansancio se acumula. Es probable que después de jugar un torneo de varios días te sientas agotado y necesites recuperarte. Eso demuestra el desgaste físico y mental que haces. Por tanto, a medida que vayas avanzando de día en un torneo, puede que vayas acumulando cansancio y que ello afecte a tu forma de jugar. Además, igual que se enseña que un torneo no se gana en la fase inicial, tampoco se gana en el día 1, por lo que es importante mantener la templanza y controlar las emociones de euforia o desánimo.

Sería conveniente que te creases una rutina antes de participar en un torneo, y que el comienzo del mismo no te sorprenda emocionado o nervioso, si no que cuando comience ya estés preparado mentalmente para comenzar la competición. Piensa en cualquier deporte, físico o mental, ¿Crees que se ponen a competir sin una preparación previa?

Cuantos más torneos juguemos, más se habituará nuestra mente y nuestro cuerpo a las situaciones de estrés, euforia, desmotivación, tensión, cansancio, etc.

Recuerda: Ir habiendo dormido bien, estando en forma, y con la mente relajada, hará que puedas jugar tu juego más óptimo y minimices errores.